Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses
España
La Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, situada en el noroeste de la provincia de León, es un santuario de biodiversidad y tradición en plena Cordillera Cantábrica. Este enclave único combina paisajes de gran belleza natural con un rico patrimonio cultural, producto de siglos de convivencia entre el ser humano y su entorno.
Las montañas de los Ancares Leoneses se caracterizan por sus profundos valles, escarpadas cumbres y extensos bosques caducifolios que ofrecen refugio a una diversidad de especies emblemáticas. Entre sus hayedos, robledales y acebedas habitan animales como el oso pardo cantábrico, el lobo ibérico y el águila real, que encuentran en este espacio un entorno prístino para su desarrollo.
La reserva abarca un gradiente altitudinal que va desde los 800 hasta más de 2.000 metros, lo que permite la coexistencia de ecosistemas mediterráneos y atlánticos. En las cumbres, los pastos alpinos se mezclan con brezales y piornos, mientras que los valles están dominados por prados, huertos y bosques que ofrecen un paisaje variado y dinámico durante todo el año.
La red hidrográfica de los Ancares Leoneses, formada por ríos como el Cúa y el Ancares, vertebra el paisaje y sustenta la vida en la reserva. Estos cursos de agua de montaña, de aguas cristalinas y frías, albergan una rica biodiversidad acuática, incluyendo truchas autóctonas y el amenazado desmán ibérico.
Los valles fluviales también son hábitats clave para especies como la nutria y una amplia variedad de anfibios y aves acuáticas. Además, las turberas y manantiales actúan como reservorios naturales de agua y contribuyen a la regulación del clima, destacando la importancia de estos ecosistemas en la lucha contra el cambio climático.
Cultura y Arquitectura Tradicional
El ser humano ha dejado una huella profunda en los Ancares Leoneses, pero siempre en armonía con la naturaleza. Las pallozas, viviendas circulares de origen celta, son uno de los elementos más destacados del patrimonio arquitectónico de la región, testigos de un modo de vida ancestral que aún pervive en localidades como Balouta o Campo del Agua.
La actividad agrícola y ganadera, base de la economía local, se ha mantenido durante siglos con métodos sostenibles, como la rotación de cultivos y el uso de los montes comunales.
Esta relación respetuosa con el entorno ha permitido conservar tanto los paisajes como los saberes tradicionales, que incluyen prácticas como la apicultura y la recolección de frutos del bosque.
La Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses es un ejemplo vivo de cómo la biodiversidad y el patrimonio cultural pueden coexistir en equilibrio. Este espacio protegido no solo destaca por su riqueza natural, sino también por la capacidad de sus habitantes para preservar y transmitir un legado que armoniza tradición y sostenibilidad, marcando un camino hacia un futuro más respetuoso con nuestro entorno.