Reserva de la Biosfera de Babia
Castilla y León, España
La Reserva de la Biosfera de Babia se encuentra enclavada en el noroeste de la provincia de León, en los municipios de Cabrilanes y San Emiliano, en plena Cordillera Cantábrica, limitando al norte con la vecina Asturias.
En este espacio montañoso, de algo más de treinta y ocho mil hectáreas, destaca la cumbre de Peña Ubiña con una altitud de 2417 msnm, un pico apreciado por montañeros y escaladores.
El paisaje de Babia es espectacular. Desde las altas cumbres de Peña Ubiña, de Peña Orniz o del Montihuero, hasta los valles encajonados del río Sil o los amplios valles del río Luna. Sin olvidar otro paisaje impresionante, como son los restos de un entorno modelado por los glaciares: Las morrenas de los valles de la Cueta o de Torre de Babia y las lagunas glaciares de Las Verdes o La Laguna Grande, entre otras, nos harán disfrutar de unas jornadas inolvidables en las montañas de Babia.
Estos puertos de Babia tuvieron una importancia vital en la economía de la Edad Media, pues hasta aquí trashumaban gran parte de los ganados de Extremadura y Castilla para pasar el verano, cuando en esos años Castilla dominaba el mercado de la lana en toda Europa.
La trashumancia forjó una cultura y transformó un paisaje engrandeciéndolo aún más. En el siglo XIX la decadencia de la trashumancia es notable y los puertos de montaña dejan de ser visitados por los ovinos. Hoy en día, aún es posible ver algún rebaño extremeño en las praderías de Babia y Luna, todo un recuerdo nostálgico del pasado.
Retiro de reyes
Bien conocida es la frase “estás en babia”, para expresar que estás con la mente en otro lado. Parece ser que los Reyes de León, acostumbraban a pasar largas temporadas en las montañas de Babia, desconectando de las tareas de la corte y dedicándose al ejercicio de la caza en este idílico lugar. Cuando preguntaban en la Corte o reclamaban al rey para cualquier quehacer la respuesta de sus súbditos era: “El Rey está en Babia”.
También, cuenta la leyenda que los pastores trashumantes cuando regresaban a sus cuarteles de invierno en las dehesas extremeñas, echaban de menos los fabulosos paisajes de las montañas de Babia, y de vez en cuando quedaban ensimismados en sus pensamientos montanos, hasta que alguien le decía: “oye que piensas ¿en Babia?”.
Biodiversidad cantábrica
Todo el territorio de la Reserva de la Biosfera está protegido por varias figuras nacionales e internacionales. Es parque natural, “Parque Natural de Babia y Luna” y su territorio está también integrado en la Red Ecológica Europea Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario (ZEC) y zona especial para la protección de las aves (ZEPA).
La fauna y la flora aquí es abundante y diversa, existiendo especies singulares muy apreciadas por naturalistas y aficionados a la naturaleza. Destaca la rica población de mariposas, muchas de ellas muy difíciles de encontrar en otros lugares.
Las aves alpinas también están representadas por multitud de especies como por ejemplo el gorrión alpino, el treparriscos, el acentor alpino, la chova piquigualda o el roquero rojo. Es habitual también la presencia rebecos, corzos, venados, lobos y osos.
Para los aficionados a la botánica, Babia es un auténtico paraíso. Narcisos, gencianas, orquídeas y un largo etcétera hacen las delicias de los amantes de la flora silvestre.
En definitiva, la Reserva de la Biosfera de Babia es uno de los enclaves más atractivos de las montañas de León, quizás por eso siempre fue destino de reyes.